En organizaciones que están transitando un proceso de transformación, seguramente hay un equipo que la está traccionando, un equipo que se encarga de definir la estrategia, de impulsarla y de que toda la organización entienda las razones que hay detrás de ese cambio.
Hay muchos modelos, técnicas y herramientas de gestión del cambio que buscan acompañar estos procesos para estar cerca de quienes lo transitan. Sostener, contener y cuidar a las personas tiene que ser siempre nuestra prioridad. Y acá es dónde aparece el “Lado B de los agentes de cambio”. Nosotros también estamos siendo “atravesados” por el cambio, a nosotros también nos “pasan cosas” ¿Cuánto pensamos en nosotros? ¿Cuánto nos cuidamos?
Por momentos nos sentimos desgastados, frustrados, enojados… muchas veces lo emocional nos desborda, nos irritamos, tenemos poca paciencia, cambia nuestro estado de ánimo y lo contagiamos incluso a nuestro entorno. Y en mi opinión esto es clave. Si pretendemos acompañar y cuidar a otros, primero nos tenemos que acompañar y cuidar entre nosotros. Tenemos que “parar la pelota”, entender qué nos está pasando, tomar conciencia de nuestros sentimientos y necesidades, inspeccionar, reflexionar y adaptar.
Mahatma Gandhi nos dejó un legado: “Tú debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”, una frase sencilla pero muy poderosa. ¿Cuándo empezamos?